"Uno no debe consentir arrastrarse cuando siente el impulso de volar" Helen Keller
martes, 21 de octubre de 2014
Ciclo
Oportunidad. Riesgo. Depende de cómo lo veas. De cómo lo sientas.
Tristeza. Pérdida, de mí.
Duda, de mí.
De mi interior, siempre creyendo que va a pasar, que en algún momento morirá.
Esto no. No.
Sentirse atrapado. Sentirse mal por sentirse atrapado. Sentirse culpable por no sentirse feliz, por no sentirse completo. Seguir intentando encajar las piezas que no corresponden. Muy dentro la respuesta siempre aparece en el primer instante.
Nadie.
Solo eso.
Nadie es la respuesta a la pregunta.
A esa pregunta, la pregunta de las preguntas, la pregunta que no deja más preguntas. Solo silencio. Tememos el silencio. Tenemos miedo del cuarto negro, oscuro que puede ser nuestro interior.
Ganas de morir. En realidad, ganas de que esto que hace que duela muera, o sea, la esencia muera, aquello que quiere pelear y no agonizar. El grito interior. Ese que te golpea en cada paso que sabes que te lleva a la nada misma.
Observas como todos van y vienen, van y vienen, construyen, arriesgan, engordan de experiencia, de vida, de mal, de bien, de todo.
Sus rostros son los rostros de la vida, de haber hecho algo, y no quedarse sentado. De haberse equivocado y qué.
Madura. Madura y se machuca, madura y se cae al piso, madura y lo picotean los que están cerca, madura y se agusana. Madura y se queda solo.