"Uno no debe consentir arrastrarse cuando siente el impulso de volar" Helen Keller
jueves, 11 de junio de 2015
SOS
No sos vos.
No sos la ropa que usas, el auto que compras
la comida de consumas, los viajes que haces.
Nada de eso.
No sos nada de lo que pienses que podes ser desde
acá para adentro.
No sos un partido político, no sos la casa donde vivas
ni las mascotas que tenes, ni los libros que lees.
No sos algo concreto, algo definido, si somos como un gas
en constante movimiento, que se escapa, que va
que viene...
Sos tu alma. sos lo que sentís, lo que decís,
lo que queres tener cerca, lo que preferís lejos
sos tu libertad, libertad para elegir, para perder
para ganar.
Sos tu humildad, tu paciencia, tu autoestima,
tu esperanza.
Sos tu respeto, tu sinceridad, tu capacidad de amar y de dar
Sos tu valor, tu propio limite, tu mierda y tu desdicha también.
Sos tus miedos, tus rencores, tus errores, tus recuerdos
Sos tu sabiduría, tu estrategia, tu compromiso
Sos tu propia conciencia, tu propio dolor
sos tu soledad y tu silencio
tu odio y tu bronca, y tu impotencia, y tu maldita sea.
martes, 2 de junio de 2015
Ocaso
Cálidos rayos recuerdan
la cima,
ya no con la misma fuerza,
ya no con el mismo ímpetu.
Agua que se va por la cañería,
la vemos desplazarse lentamente,
forma un remolino antes de desaparecer del todo,
sin poder hacer absolutamente nada.
Caricias de perdón,
caricias del adiós.
Cachetazos en cámara lenta.
Frescor de la mañana que ya no amanecerá.
Esa mañana que ahora es eterna, la que nunca existió.
El sol cae.
Las sonrisas se esfuman, y vos soltas.
Los rayos se esconden y te desorientas.
Los ojos, la boca, todo grita porque, por donde.
Como ocurrió el amor,
ese amor.
Vivir con todo lo que tenemos
sin poder despojarnos de nada.
Astillero de sueños sin sentido
en la cabeza de quien sabe disfrazar,
maquillar todo.
Trabajando incansablemente en la búsqueda de alguna víctima dispuesta a
sonreír accidentalmente.
Y que los rayos salgan de entre sus dientes.
la cima,
ya no con la misma fuerza,
ya no con el mismo ímpetu.
Agua que se va por la cañería,
la vemos desplazarse lentamente,
forma un remolino antes de desaparecer del todo,
sin poder hacer absolutamente nada.
Caricias de perdón,
caricias del adiós.
Cachetazos en cámara lenta.
Frescor de la mañana que ya no amanecerá.
Esa mañana que ahora es eterna, la que nunca existió.
El sol cae.
Las sonrisas se esfuman, y vos soltas.
Los rayos se esconden y te desorientas.
Los ojos, la boca, todo grita porque, por donde.
Como ocurrió el amor,
ese amor.
Vivir con todo lo que tenemos
sin poder despojarnos de nada.
Astillero de sueños sin sentido
en la cabeza de quien sabe disfrazar,
maquillar todo.
Trabajando incansablemente en la búsqueda de alguna víctima dispuesta a
sonreír accidentalmente.
Y que los rayos salgan de entre sus dientes.
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