lunes, 3 de diciembre de 2012

Jum


Me senté. Y solo sentí.
Cerré los ojos. Pero no encontraba nada.
Nuevamente volví a abrirlos, seguía sin encontrar nada.
Cierta información construye, otra destruye sin piedad.
Si era innecesario no lo sé, como podría saberlo.
Ahora inevitablemente son mis oídos lo que intentan
descubrir algo. Pero no se puede escuchar entre líneas, ¿o si?
Y me trae devuelta, otra vez. Al punto de partida.
Pasó.
El deseo de no reprimirse, de no suprimir, de no destruir.
Construyamos con lo que haya, tomemos lo que podamos dar.
Reprimirse es como morir, pero más lento.
Suprimir es negarse a si mismo lo que uno realmente desea.
Darse la espalda a uno mismo.
Hay gente que no desea ser sorprendida.