Otoño. 6 de la mañana. Y llueve. Todavía es de noche. El bondi llegó rápido y ahora puedo irme a casa. Por suerte un asiento se libera y puedo sentarme.
Miro por la ventana, adivinando que habrá detrás de tanta lluvia, de tanta tormenta. Por momentos pareciera que me estoy mirando en el espejo, y la tormenta esta dentro de mí...
Y de repente venís una vez más. a mi mente.
No puedo dejar de preguntarme porqué...
Mi mundo por una charla, por una verdad que me libere.
Hoy todo me parece triste, tan triste...la ciudad empapada y el camino de vuelta tan largo...
Sera que solo desearía que todo fuese tan triste como hoy, como este momento. Tan melancólicamente...dulce.
Siento que algo se quebró, que algo de repente ya no estuvo más ahí.
Es como perder algo que nunca tuviste, que nunca existió.
Y no dejo de preguntarme porqué.
Porque tanto vacío, tanta cosa que no pudo salir nunca.
Te pierdo, pierde la magia, la espera, la emoción.
Pierdo una vida, o parte de ella.
Es parecido al dolor, pero no llega a doler. Algo que se perdió en el camino, sin llegar a descubrir qué era.
Te extraño. Te pienso. Te quiero.
Donde sea que estés, solo espero que seas feliz.